Crítica cerveza Enigma Premium Ale:

Hoy os traemos otra cerveza artesana de la Comunidad de Madrid.
La verdad que había leído grandes cosas de esta cerveza. Y aquí os dejo mi opinión.
La imagen de la botella está muy cuidada, tiene una etiqueta de esas, que yo denomino, elegantes. Una etiqueta muy señorial, de esas que estás tentado a comprar para regalársela a tu suegro. (Me encanta que cada vez más se cuide la imagen de las cervezas. Ya que parece que sólo es el vino quien debe cuidar su etiquetado).
Pero vamos a lo que vamos, hablamos de su color, aromas, sabor...
Como siempre verter una cerveza en tu copa es un placer, es un momento en el que tus papilas gustativas y tu nariz se activan salvaje e impacientemente, para descubrir todos los aromas y sabores de la cerveza.
Nos encontramos ante una cerveza de color ámbar anaranjado, algo turbia (se pueden ver sedimentos en el fondo de la botella, lo que provoca esa turbidez al verter la cerveza en el vaso), con espuma densa, blanca y cremosa. La verdad es que su presencia en vaso es muy buena y apetecible, eso siempre son puntos extra.
Una vez en el vaso, ahí metimos la nariz a ver que tal ese aroma, y la verdad que me esperaba un poco más, pero bueno, no todo en la cerveza es el aroma, como ya sabemos. Se pueden apreciar ciertos aromas a maíz tostado y un toque cítrico... así que de ahí, al gaznate. Ya en el primer trago observamos que nos encontramos ante una cerveza con poco cuerpo, demasiado gas para el estilo y de sabor...algo flojita (ojo!! para ser una cerveza artesanal). Se pueden apreciar notas dulces al principio, debido a las maltas utilizadas, un amargor bastante moderado y un leve sabor de los lúpulos, algo escondido la verdad.
Su sensación en boza, es de un cuerpo ligero y suave. Un amargor en boca muy moderado y un carácter refrescante debido a su carbonatación
La impresión que me da, es que han elaborado una cerveza artesanal para un público general. No está mal para alguien que no ha probado una cerveza artesanal, y desde mi punto de vista, es una cerveza para acercar a la gente a este mundillo de la cerveza artesanal.
Nota: 4/10
Crítica cerveza La Virgen 360º:
Hoy os traemos la cerveza 360º de La Virgen.
Este cervecera comenzó a trabajar en Madrid en el año 2011, en plena crisis, y nos ha hecho llegar hasta nosotros esta cerveza, dentro de las varias que vienen produciendo.
Esta cerveza de estilo Pale Ale, de imagen muy cuidada; fantástico diseño en el etiquetado, cuidando hasta el último detalle en su presentación, y hasta en la chapa, nos recuerda en su formato de 20 cl a aquellos botellines que bebían nuestros padres.
Pero hablemos de la cerveza. Nada más abrir la botella me vino un agradable aroma a lúpulo...muy prometedor, la verdad, mis papilas gustativas se pusieron en pié nada más oler la cerveza. Acto seguido, vertí la rubia en uno de mis vasos, y el color rubio pálido no defraudaba para nada, aunque he de decir, y esto depende mucho de los gustos de cada uno, que me esperaba un poco más de turbidez en la cerveza, cosa que espero de una cerveza artesanal, pero repito, el color no defrauda para nada.
Al acercarme el vaso hacia la boca podía percibir aún mejor el aroma a lúpulo, bebí mi primer trago dónde me esperaba una explosión de sabor a lúpulo en mi gaznate, pero...¿dónde está el sabor a lúpulo?, la verdad que no lo encontré por ninguna parte. Que decepción la verdad. Me sentí engañado en ese momento. Tras un gran aroma, el sabor a lúpulo directamente no está. Acabas bebiendo una cerveza con una gran imagen un buen aroma, pero excesivamente amarga, para ser la cerveza que esperaba la verdad.
Otro aspecto negativo que saco de esta cerveza es que a la hora de acompañarla con algo de comer, hace que los sabores de la comida desaparezcan, no los acentúa debido a ese amargor que tiene.
En definitiva, nos encontramos con una de esas cervezas que denominaríamos... cerveza bonita, cerveza con clase... pero a la que falta sabor, sabor a lúpulo como promete. Una pena la verdad.
Nota: 5/10
Crítica cerveza Rochefort:
Hablamos de una de las cervezas trapenses más reconocidas. Esta cerveza y sus versiones 6, 8 y 10, son elaboradas en la Abadía de Notre Dame de Saint Remy, en Rochefort (Bélgica).
Todas las versiones de esta cerveza utilizan para su elaboración dos tipos de maltas y dos tipos de lúpulo (Hallertau y Styrian Goldings), que se encargan de dar esas notas florales y cítricas del Hallertau y aroma a pino del Styrian Goldings.
Este fin de semana me abrí en casa la Rochefort 10, la más fuerte de las tres, con una graduación de 11,5º, de color rojizo y sabor redondeado en boca, dejando un pequeño regusto a frutos secos. Se aprecian las maltas ahumadas en su elaboración así como notas de maltas caramelo.
Sin duda una cerveza elaborada para degustarla tranquilamente desde la comodidad de nuestro sofá. Para nada es una cerveza que defraude a los amantes de las cervezas fuertes y con cuerpo. Resulta fácil de beber y se disfruta cada trago de esta cerveza.
En mi opinión, la Rochefort 10 es de esas cervezas que siempre deberíamos tener una botella en casa para degustarla en un momento de tranquilidad, mientras leemos un libro, vemos un partido o simplemente, mientras nos relajamos mirando a la nada. Una cerveza para tomar tranquilamente mientras saboreamos cada trago y nos dejamos llevar por esas notas a caramelo y frutos secos. Sobre todo, es una cerveza para disfrutarla tranquilamente.
Nota: 9/10
Crítica cerveza Brutus:
Hoy os traemos una cerveza artesanal, la cerveza Brutus.
Brutus es una cerveza de tipo lager, fabricada en Alemania, pero de origen catalán, concreta mente en Barcelona.

En mi opinión, es una cerveza muy suave, escasa de sabor. No es muy amarga, rondará los 10 IBU. La aportación de lúpulo para darla aroma, es igualmente pobre.
Lo que más destaca de esta cerveza, es su presentación. Una etiqueta muy vistosa y elaborada con muy buen gusto, pero nada más. Desde mi punto de vista, a la cerveza la falta ese sabor característico de las cervezas artesanas, que se aprecie esas notas que aportan, tanto la levadura como el lúpulo.
En conclusión, acaba pareciendose más a una cerveza comercial, para tomar y refrescarse en verano, que una cerveza artesanal con cuerpo y sabor.
Nota: 4/10
Nota: 4/10
Crítica cerveza Grimbergen Double:
Hoy hablamos de una de mis cervezas favoritas, Grimbergen Double. Ésta cerveza belga, es una de las cervezas de abadía más famosas que tenemos en el mercado, de echo, podemos encontrarla casi en cualquier supermercado a un precio razonable.
Al verter la cerveza sobre una copa, podemos apreciar su color oscuro y una buena espuma, densa y un tanto grumosa, de color no del todo blanca.

Nos encontramos ante una cerveza con un gran cuerpo, muy equilibrada que deja una agradable sensación en boca, recordándonos notas a madera en el paladar.
En conclusión, y siempre desde mi punto de vista, esta cerveza está perfectamente equilibrada. Es una cerveza pensada para disfrutar y degustar tranquilamente. Su sabor no deja indiferente a nadie, y ese toque dulce y amargo hace que quieras beberte más de una. No se nota la presencia de alcohol, lo que hace que sea fácil y agradable de beber.
Nota: 8,5/10
Crítica cerveza Cheli:
Cuando pensamos en una cerveza de trigo, los bebedores habituales de ésta, piensan automáticamente en una cerveza Paulaner o Franziscaner, cervezas que se han convertido en modelos de este estilo de cervezas, y porque no decirlo, las que más reputación tienen.

Cuando abrimos la botella nos llama la atención ese color pálido turbio, característico de las cervezas de trigo, y nos aporta un intenso olor a lúpulo.
He de decir, que al echar el primer trago de cerveza, antes de verter el líquido sobre el gaznate, queda embriagado por el olor del lúpulo Hallertauer, lo cual, hace que al saborearla se aprecie y se imponga el sabor de éste. Como cabía esperar, debido a que es una cerveza artesana, está muy presente el lúpulo, para mi gusto, excesivamente, pero bueno, para gusto los colores... y es que se lleva por delante otros sabores o matices que debe tener una cerveza de trigo.
Diremos también, que la espuma obtenida es buena, densa y persistente, y que a pesar de ese aroma a lúpulo, no es una cerveza para nada amarga, tratando de ser una cerveza refrescante y fácil de beber.
Este tipo de cervezas son muy recomendables para degustarlas con comidas no muy condimentadas como ensaladas, verduras, mariscos o carnes no especiadas.
En conclusión, y siempre desde mi punto de vista, es una cerveza muy lupulizada, con mucho sabor a lúpulo, para ser una cerveza de trigo, lo cual la da ese carácter de cerveza artesana inconfundible, destinada a aquellos amantes del lúpulo, a los cuales, muy seguramente, les cueste encontrar una cerveza de trigo con esta característica. Me hubiese gustado encontrar en ella esos matices cítricos o aromas de plátano y clavo característicos también de estas cervezas, aportados por la fermentación de las levaduras. Lo mejor de ella es que no se aprecia el alcohol, síntoma, sin duda, de una buena integración.
Nota: 5/10
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